¡Sólo necesitas mantenerte positivo!

Positividad tóxica en los desafíos de fertilidad.

Puntos clave

- "Mantenerse positivo" puede parecer despectivo.

- La positividad tóxica presiona a las personas a negar las emociones, como si sólo la mentalidad determinara los resultados.

- Aprenda a abrazar todas las emociones ofreciendo empatía, ayuda tangible y validación tanto para el dolor como para la esperanza.

Si has escuchado esta frase mientras lidias con los desafíos de la fertilidad, no estás sola. A primera vista, suena a aliento, un pequeño empujón para encontrar esperanza en una situación difícil. Pero para muchas, al enfrentarse a la montaña rusa emocional de los tratamientos de fertilidad, los abortos espontáneos o la incertidumbre, este tipo de consejo a menudo parece ineficaz.

Si bien la positividad puede ser útil en el contexto adecuado, una insistencia incesante en el optimismo , conocida como positividad tóxica , ignora las emociones reales, amplifica la culpa y aísla a quienes ya se sienten vulnerables. Su impacto a menudo puede socavar la capacidad de una persona para afrontar los desafíos y dañar sus relaciones con los demás.

¿Qué es la positividad tóxica?

En esencia, la positividad tóxica es la creencia de que mantener una mentalidad positiva es la única respuesta aceptable a los desafíos de la vida. Es una obsesión por encontrar el lado positivo, incluso cuando hacerlo no deja espacio para emociones más oscuras y complejas.

Frases como:

“Al menos sabes que puedes quedar embarazada ”.

"Todo sucede por una razón."

“Simplemente sé agradecido por lo que tienes”.

Aunque a menudo tienen buenas intenciones, estas declaraciones simplifican excesivamente la profundidad del dolor de alguien, desestimando su realidad. El mensaje es claro: las emociones incómodas son indeseables, y cualquier desviación del optimismo es una falla de carácter.

Los efectos ocultos de la positividad tóxica en las dificultades de fertilidad

Más allá de invalidar las emociones, la positividad tóxica tiene consecuencias más amplias y menos evidentes. Estos impactos ocultos pueden influir en la forma en que las personas procesan su experiencia, conectan con los demás y se perciben a sí mismas.

1. Erosiona la resiliencia emocional

Paradójicamente, la presión por mantener una actitud positiva puede hacer que las personas estén menos preparadas para afrontar la adversidad. La resiliencia no se construye negando las dificultades, sino reconociendo el dolor, afrontándolo y encontrando maneras de seguir adelante. La positividad tóxica interrumpe este proceso, dejando a las personas emocionalmente estancadas.

2. Crea una falsa narrativa de control

Cuando las personas internalizan mensajes como "Si te mantienes positivo, sucederá", se fomenta la ilusión de que los resultados están directamente relacionados con su mentalidad. Si los tratamientos fallan o se producen abortos espontáneos, esta narrativa puede derivar en autoculpa: "¿No pensé lo suficientemente positivo?". Este sentido de responsabilidad erróneo puede exacerbar los sentimientos de fracaso.

3. Socava las relaciones

La positividad tóxica puede crear una brecha entre quienes experimentan problemas de fertilidad y sus redes de apoyo. Amigos y familiares pueden recurrir a la positividad para evitar la incomodidad, lo que hace que la persona se sienta invisible e incomprendida. Con el tiempo, esta desconexión puede llevar al aislamiento emocional y al retraimiento.

Por qué “mantenerse positivo” no es la solución

La verdadera positividad no consiste en ocultar el dolor. Se trata de dar cabida a la complejidad de las emociones humanas, permitiendo que la tristeza, la ira y la decepción coexistan con la esperanza. Esta distinción es especialmente crucial durante los desafíos de fertilidad, donde hay mucho en juego y el camino a seguir a menudo es incierto.

Desde una perspectiva psicológica, negar las emociones negativas no las hace desaparecer. Al contrario, estas emociones pueden manifestarse de otras maneras, como un aumento de la ansiedad , la irritabilidad o síntomas físicos. Procesar e integrar las emociones difíciles es esencial para el bienestar mental y emocional.

Cómo la positividad tóxica influye en la visión de la sociedad sobre los desafíos de la fertilidad

Más allá del impacto personal, la positividad tóxica refleja una incomodidad cultural más amplia ante el duelo y la lucha. Los problemas de fertilidad, a menudo silenciados, son particularmente vulnerables a este fenómeno. La obsesión de la sociedad por la productividad y su creciente fascinación por la idea de que el pensamiento positivo por sí solo puede influir en los resultados deja poco espacio para las complejas realidades de los problemas de fertilidad.

Esta combinación de tendencias manifiestas con positividad tóxica crea una narrativa sutil pero dañina: si piensas con suficiente positividad, tu cuerpo y tus circunstancias se alinearán para darte lo que deseas. Si bien esta mentalidad puede parecer empoderadora, a menudo minimiza los factores incontrolables que intervienen en la fertilidad y culpa indebidamente a las personas cuando los resultados no son los esperados.

Repensando el apoyo: más allá de las soluciones rápidas

Los amigos y familiares suelen recurrir a la positividad tóxica porque les incomoda ver sufrir a un ser querido, y ofrecer optimismo parece un bálsamo rápido y fácil. Pero hay mejores maneras de mostrarse.

1. Abraza la empatía

En lugar de decir: “No te preocupes, sucederá”, intenta:

“Estoy aquí para ti, pase lo que pase”.

“Eso suena muy difícil… ¿cómo puedo apoyarte?”

Estas declaraciones validan las emociones en lugar de redirigirlas, creando un espacio donde la persona se siente escuchada y comprendida.

2. Validar el espectro completo de emociones

Reconocer el dolor no niega la esperanza, sino que la fortalece. Decir: "Está bien sentirse devastado. Esto es muy duro" da a alguien permiso para llorar sin vergüenza .

3. Ofrecer apoyo tangible

A veces las acciones hablan más que las palabras. Llevar a alguien a una cita, preparar una comida o simplemente sentarse en silencio puede transmitir cariño con más fuerza que cualquier consejo.

Recuperando la autenticidad emocional: practicando la autocompasión

Para quienes enfrentan desafíos de fertilidad, combatir la positividad tóxica comienza con la autocompasión. Esto significa tratarse con la misma amabilidad que le brindarías a un amigo cercano.

1. Permítete sentir

La tristeza, la ira y la frustración son naturales y válidas. Reprimirlas no te hace más fuerte, sino que prolonga el dolor. Escribir un diario o hablar con un terapeuta puede ayudarte a procesar estas emociones en un espacio seguro.

2. Desafía la culpa internalizada

Sentirse deprimido no es señal de fracaso ni debilidad. Recuerda: «Hago lo mejor que puedo en circunstancias increíblemente difíciles».

3. Busque comunidades afirmativas

Unirse a un grupo de apoyo o conectarse con otras personas que han recorrido un camino similar puede brindar la comprensión y la solidaridad de las que a menudo carece la positividad tóxica.

El reencuadre:

Los desafíos de la fertilidad son profundamente personales, pero están profundamente influenciados por las narrativas culturales que los rodean. Al rechazar la positividad tóxica y favorecer la empatía, la autocompasión y la conexión auténtica, podemos construir un mundo donde quienes enfrentan estos desafíos se sientan vistos, escuchados y apoyados.

A medida que avanzas, recuerda que el verdadero apoyo no se trata de encontrar las palabras perfectas ni de forzar el optimismo. Se trata de estar presente, estar presente y dar espacio a cada emoción a lo largo del camino. A veces, lo más poderoso que puedes decir es simplemente: "Estoy aquí".

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