No vemos las cosas como son, sino como somos


Lo que yo veo con mis ojos no es lo mismo que tú ves con los tuyos. Cada uno de nosotros tiene una perspectiva completamente diferente sobre todo lo que nos rodea. Y nuestra conciencia tiene un gran poder sobre nosotros ya que nos hace crear mundos diferentes al verdadero.

Consideramos más importantes las percepciones que tenemos de las cosas y/o personas, nos encerramos en un solo mundo y es el que nosotros queremos ver, el que nos conviene.

Cada persona tiene su propia perspectiva y su forma de experimentar en su mundo. Puede que sientas decepción porque alguna persona no cumple tus expectativas, pero eso no lo convierte necesariamente en malas personas.

Tal como hemos visto en los cursos de Desarrollo Personal en UDEMY y en el libro de “Encuéntrate” en Amazon, cada persona tiene su propia personalidad, emociones y punto de vista que pueden influir en cómo percibimos y reaccionamos ante las cosas. Lo que para ti puede ser importante, para otra persona podría ser algo completamente diferente o hasta una tontería. Y es precisamente esta diferencia lo que hace tan importante las conexiones humanas.

Este artículo se posiciona en que las personas no vemos la vida tal como es, sino como somos. Las experiencias pasadas, nuestras creencias arraigadas y nuestras emociones influyen en cómo interpretamos cada situación. Al entender esto, podemos cultivar un terreno de comprensión donde las diferencias no son obstáculos, sino oportunidades para aprender y crecer juntos.

Por esta razón, la próxima vez que nuestro ego nos haga pensar que alguien no cumple con nuestras expectativas, paraliza estos pensamientos en este momento y considera que quizás no se trata de que estén equivocados o de que tu tengas la razón. Tal vez esta situación, te quiere despertar tu conciencia para recordar que ambos mundos son diversos y desde la ausencia de tu ego y la humildad podrás entenderlo de ese modo para llegar a tener relaciones más compasivas y significativas. No te olvides que vemos las cosas tal como somos, sentimos y pensamos. Si este paso se produce es el momento de celebrar este encuentro de diferencias y reconocer que cada persona aporta algo único e irrepetible.

Tus valores, creencias y educación te condicionan. Lo que tú ves es solo tu interpretación de lo que percibes. Cada persona percibe las cosas de distinta manera.

El ego, tu personaje mental, influye de manera determinante. Te hará ver el mundo de manera hostil y lleno de limitaciones. 

Da el primer paso y empieza por cuestionártelo para sentir serenidad, confianza y paz.

Todo esto lo enseño en el libro LIDERA TU CAMINO. 

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