Los seres humanos tendemos a culpar a otros de nuestros males: la culpa
de que yo sea así es de mis padres, el examen que suspendí es de la
profesora,...
Lo que eres hoy es el resultado de tus decisiones y elecciones en el pasado. Lo que seas mañana será consecuencia de tus actos de hoy.
Cuando no reconocemos nuestras equivocaciones y echamos la culpa a otras personas o a las circunstancias externas, protegemos nuestro ego, es la forma que tiene nuestro cerebro de protegerse. Si bien esto en cierto modo es un mecanismo de defensa y como tal, protege nuestra autoestima, también es contraproducente, puesto que no aprendemos ni mejoramos nada desde esa “cómoda” posición.
Lo que eres hoy es el resultado de tus decisiones y elecciones en el pasado. Lo que seas mañana será consecuencia de tus actos de hoy.
Cuando no reconocemos nuestras equivocaciones y echamos la culpa a otras personas o a las circunstancias externas, protegemos nuestro ego, es la forma que tiene nuestro cerebro de protegerse. Si bien esto en cierto modo es un mecanismo de defensa y como tal, protege nuestra autoestima, también es contraproducente, puesto que no aprendemos ni mejoramos nada desde esa “cómoda” posición.
Comentarios
Publicar un comentario