Las actitudes se pueden aprender y entrenar para construir
nuevas oportunidades.
Presta atención a las siguientes ayudas:
1. Reflexiona y replantéate esa situación negativa.
Obsérvala de una perspectiva integradora y mírala como oportunidad para probar
tu fortaleza y habilidades. Reduce tus creencias limitantes porque repercute en
tu estado emocional. Conócete mejor, acéptate, valórate y quiérete más, porque
esos son los pilares sobre los que se sostiene una buena actitud.
2. Aprende de la situación. Lo que es, es. A veces, la vida
nos golpea y caemos al suelo. Hay que aprender a levantarse y enfrentarse a la
adversidad para superarla. Esta situación adversa te desafía para sacar lo
mejor de ti.
3. Concéntrate en pensamientos positivos. Confía en tus
posibilidades y transforma ese problema en una oportunidad. Todos/as tenemos
magia para hacer de nuestros sueños realidad y de atraer lo que eres y piensas.
Está en ti, cambiar lo que quieres cambiar. Los momentos difíciles siempre
pasan.
4. Céntrate en lo que te hace sentir bien. Cuando pensamos
en positivo nos sentimos más capaces de resolver problemas. De todas las cosas
que llevas puestas, tu actitud es lo más importante.
5. Enfócate en una cosa cada vez y no trates de hacer miles
de cosas al mismo tiempo.
6. Entrena tu salud. No te olvides del deporte, de una
alimentación saludable y de dormir las horas necesarias para reparar tu
organismo.
7. Perdona tus fracasos. O mejor: ¡celébrelos! por el
aprendizaje recibido. “Si lo intentaste y fracasaste ¡Felicidades! La mayoría
ni siquiera lo intentó”
No te califiques por los resultados, sino por el esfuerzo y
por saber que lo has dado todo. Cuando menos te lo esperas todo sale bien.
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